La vivienda representa el hábitat básico para el desarrollo de las personas en un asentamiento humano; por tanto, esta debe representar un espacio digno y adecuado. Contrario a este principio, en México, de acuerdo con la Comisión Nacional de Vivienda usando datos del censo de 2020 calcula que 8.5 millones de viviendas tienen algún tipo de rezago habitacional. Abatir este rezago, es una tarea sumamente complicada; en el ámbito nacional, según los últimos datos que da a conocer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en 2020, la población en situación de pobreza es de 43.9% y la población en situación de pobreza extrema de 8.5%; respecto a la vivienda, menciona que el 9.3% carece de calidad y espacios en la vivienda, mientras que el 17.9% tiene problemas de acceso a los servicios básicos de la vivienda. En el ámbito del estado de Guerrero, la situación se muestra grave, ya que los resultados están por encima de la media nacional; así, la población en situación de pobreza es de 66.4% y la población en situación de pobreza extrema de 25.5%, mientras que, en el tema de la vivienda, el 25.9% carece de calidad y espacios, y el 56.3% no tiene acceso a los servicios básicos. En este sentido, se observa que la población en situación de pobreza y en pobreza extrema, no tiene acceso al financiamiento que oferta el mercado inmobiliario. Esto, posiciona a la vivienda como un tema emergente de la política pública, ya que la complejidad se infiere a un carácter social, económico, político, cultural y ambiental.

La vivienda representa hoy día un tema emergente que hay que atender. El problema de la población en situación pobreza y pobreza extrema, respecto al acceso, calidad, espacios y servicios de la vivienda, lo convierte en un tema pertinente, un tema oportuno desde diversos matices. En lo que toca al Doctorado en Arquitectura y Urbanismo, se aborda desde los trabajos de investigación que se han venido realizando por los investigadores en temáticas variadas, que se pueden concretar en la formación de recursos humanos con alto sentido de responsabilidad social y ambiental, en una relación estrecha entre la universidad y los sectores más desfavorecidos de la sociedad. A esto se suma, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, y de las herramientas para el análisis de la vivienda, la ciudad y el territorio, que están disponibles en los centros universitarios; permiten buscar un equilibrio, a través de métodos adecuados en la vivienda, para la incorporación de ejes transversales como el cambio climático, la sustentabilidad y los derechos humanos. La filosofía de esta LGAC: Vivienda y Asentamientos Humanos, es la de pensar global y actual local, pero con un sentido de responsabilidad social y equidad; que materializará en áreas de oportunidad detectadas en el estado de Guerrero, y que serán atendidas con los proyectos de investigación donde colaboran estudiantes y profesores.

Dentro de los diversos problemas que se observan en México, y en particular en el estado de Guerrero, es el de la vivienda en sus diversas vertientes; por su tipología: urbana, social, rural, tradicional; por sus características: accesibilidad, espacios, calidad, servicios; por sus requerimientos según organismos internacionales: seguridad en la tenencia, disponibilidad de servicios, asequibilidad, habitabilidad, accesibilidad, ubicación, adecuación. Estos últimos, corresponden a criterios que ubica a la vivienda como eje central del análisis de los asentamientos humanos (poblados, ciudades y territorio).

La tendencia del crecimiento de las ciudades, como asentamientos aglutinadores de población, es que al año 2050, según la Organización de las Naciones Unidas, concentrarán el 68% de la población, y en América Latina la concentración será del 81%. Bajo estas proyecciones, el problema de la vivienda se verá acrecentado.

Atender el problema de la vivienda, desde los posgrados de las universidades, como el Doctorado en Arquitectura y Urbanismo, permitirá abordar proyectos de investigación integrales. Y si a esto se suma la creación de Laboratorios Urbanos orientados a la vivienda con una relación universidad-sociedad-gobierno, se puede trabajar de manera coordinada en estos proyectos. Los observatorios urbanos y de vivienda permitirán generar indicadores específicos en las zonas de estudio, lo que fortalece los proyectos de investigación.

La generación y aplicación del conocimiento se orienta hacia el nuevo paradigma basado en la vivienda y los asentamientos sustentables, que tiene como principal objetivo formar conciencia de responsabilidad con el medio ambiente; para alcanzar un desarrollo acorde con la disponibilidad de los recursos naturales. Y para lograrlo, es necesario reconsiderar el rol de significancia de: ubicación, tenencia, cultura, asequibilidad, vulnerabilidad, sistemas estructurales, servicios, materiales y rediseño de los espacios. En el análisis, se deberán considerar: procesos económicos, sociales, políticos, culturales y ambientales, ya que son propiciatorios de nuevas relaciones epistémicas entre el tipo de vivienda existente y la requerida; y los modelos propuestos y la factibilidad de que aplique.